En un mundo globalizado donde el trabajador es el protagonista principal de la historia, no se puede pasar por alto su opinión, ni mucho menos, dejar escapar su talento.
La jerarquización en las organizaciones es necesaria, pero a la vez, peligrosa. Limita la capacidad de los trabajadores y los coacciona hasta límites inimaginables. Todos llevamos a un emprendedor dentro de nosotros, solamente hay que alimentarlo para que crezca y se haga más fuerte cada día.
Empresas como Google han demostrado que la libertad de los trabajadores, a la hora de desempeñar sus funciones, incrementa el beneficio de la compañía. Crear un entorno cómodo, donde el trabajo se realice de forma libre y el empleado pueda desarrollar su máximo potencial, ayudará al progreso de la organización e incrementará su capacidad productiva.
Los pilares de una empresa se construyen desde abajo. Es muy probable que el castillo se derrumbe si no tiene buenos cimientos. Para evitar que esto ocurra, debemos fomentar un entorno de trabajo donde cada persona se sienta una parte fundamental de la organización.
Un espacio donde cada trabajador sea el dueño de su propia star-up. El desarrollo de ella dependerá de su compromiso personal y de la ayuda del resto del equipo, que también tendrán sus pequeños proyectos de emprendimiento. Lograremos, con ello, formar una organización sólida en la que todas las piezas necesitan de otras para poder construir una red que perdure en el tiempo.
Los empleados serán autónomos, en cierta media, de su propia empresa. Un emprendedor no necesita tener ideas revolucionarias para cambiar el mundo. A veces, la idea más simple puede ser la clave que todo el equipo directivo buscaba desde hace un tiempo. Dar un mejor servicio y aportar un mayor valor final son variables fundamentales para lograr mantener a ese cliente a tu lado.
Las compañías de hoy en día no son las mismas que las de unos años atrás. La forma de liderar organizaciones ha cambiado. Ya no se habla de un jefe, si no de un líder. Ahora lo más importante es lograr una conexión directivo-empleado, de la cual salgan beneficiadas ambas partes.
La forma tradicional de gestionar las empresas ha demostrado que limita la manera de pensar de los trabajadores. Una persona que se ha incorporado de forma reciente puede tener un pensamiento diferente al de un veterano y lograr abrir un nuevo campo de posibilidades para sentar la base de estrategias futuras.
Una idea vale mucho más cuando es el fruto de la combinación de otras. Las personas necesitamos complementarnos entre sí, para seguir creciendo y lograr mejores resultados. Es fundamental que todos los miembros se sientan integrados para alcanzar una mayor productividad que repercuta de forma directa en la compañía.
El departamento de innovación deberá coordinar la diferente forma de pensar de todos los miembros para construir los cimientos de los que hemos hablado anteriormente. Será el responsable de lograr que los trabajadores se sientan acogidos y valorados, además de poner a su disposición los medios necesarios para impulsar esas ideas. En el caso de que una de ellas salga adelante, cada miembro tendrá la autonomía suficiente para proponer su desarrollo e implementar nuevas medidas.
Construiremos entre todos una red infranqueable, cuya capacidad de crecimiento será mucho mayor a la que podría tener una organización tradicional. Debemos mirar más allá y darnos cuenta de que si una compañía no se renueva continuamente, morirá. Y lo que es más importante, nosotros moriremos con ella.
39 respuestas de Intraemprendimiento como medida para crecer interna y externamente.
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Estos días de teletrabajo implantado en la mayoría de las empresas son una oportunidad para demostrar que la productividad no está implícita en el presentismo. Gran artículo, felicidades!
Muy buen árticulo , muy de acuerdo con la importancia del trabajador